La pasta de sal es una de esas actividades que acarrean multitud de posibilidades y mucho tiempo de juego y diversión.
Los ingredientes los podemos encontrar en cualquier cocina y se prepara muy rápido.
Para hacer la pasta de sal necesitamos:
1 taza de harina
1/2 taza de sal fina
1/2 taza de agua
El proceso es muy simple ya que no hace falta cocinar, simplemente se mezcla la harina con la sal y a continuación se va añadiendo el agua y amasando.
La pasta de sal la podemos usar a modo de plastilina mezclando la masa con colorante alimenticio para hacerla de colores (es conveniente mezclar el colorante con el agua a la hora de hacer la masa para obtener un color uniforme) o también podemos usar la pasta de sal para hacer figuras por ejemplo.
Si optamos por usarla como plastilina deberemos después de cada uso guardarla bien en un recipiente cerrado y mantenerla refrigerada, así conseguiremos que nos dure mucho tiempo. Si en cambio queremos hacer con ella figuras o dejar plasmadas las huellas de manos o pies de nuestros peques, deberemos una vez realizada la figura o huella dejarla secar. Se puede secar directamente al aire (unas 15 o 20 horas por cada lado) o metiéndolo al horno a 100º durante 15 minutos por cada lado. Una vez seco podríamos pintarla o decorarla a nuestro gusto.
Nosotros hemos hecho la pasta de sal para hacer un regalo para la abuela aprovechando que cumplía años, a continuación os enseño el resultado.
MiniD viendo que la masa se parecía mucho a la que hacemos para las galletas se ha puesto a jugar a ser cocinero con ella.
Y por último y como la masa cunde un montón nos lo hemos pasado genial haciendo unos simpáticos muñecos de nieve, os hablo de ellos en la siguiente entrada porque han quedado tan adorables que merecen espacio propio.