En una entrada anterior os hablaba de una pintura casera que habíamos hecho en casa, si no la habéis visto podéis consultarla aquí. Como nos quedaba mucho colorante alimenticio hemos indagado por internet y dejado volar nuestra imaginación para hacer más actividades con ellos.
Trasvase y mezclas de colores: Ponemos cuatro vasos con agua y en cada uno de ellos añadimos unas gotas de colorante, de tal forma que cada vaso contenga agua de un color. El peque puede ir mezclando agua de un vaso a otro e ir viendo como cambia de color, ver como surgen nuevos colores con la mezcla de otros dos.
Helados de algodón: Para el calor nada mejor que un delicioso helado! Bueno, estos helados refrescar no nos han refrescado nada, pero nos lo hemos pasado genial! Primero tenemos que hacer los conos que nos servirán para los helados. Nosotros hemos usado hojas de papel las cuales hemos hecho en forma de cono y le hemos puesto una bola de algodón encima. Usando los vasos de agua con colorante diluido de la actividad anterior y con ayuda de una jeringuilla hemos ido tiñendo el algodón de nuestros helados.
Copos de nieve de colores: Pondremos sobre una superficie sal de mesa, en este caso la hemos extendido haciendo forma de copos de nieve (o eso hemos intentado), pero se podría hacer de cualquier forma. Una vez extendida la sal vamos añadiendo gotitas de colorante diluido en un poco de agua desde el centro de la forma. La sal ira absorbiendo el colorante y se irá tiñendo con los colores.
Arcoiris de espuma: Sobre un plato (nosotros hemos usado uno de plástico) ponemos una capa de bicarbonato sódico. Después ponemos unas gotitas de colorante alimenticio dibujando un arcoiris, en nuestro caso hemos usado rojo, amarillo, verde y azul. Por último echamos vinagre sobre el plato con ayuda de una pipeta o jeringuilla. Daniel ha alucinado viendo lo que pasaba después.
Espero que os haya gustado y os animéis a hacer estas actividades con los peques.