La plastilina es un recurso fantástico para realizar actividades, su maleabilidad y colores llamativos encanta a los peques y les permite realizar innumerables creaciones. Hoy nos hemos dedicado a hacer varias actividades con ella, os las explico a continuación.
Primero hemos empezado con unas construcciones, para esta actividad necesitamos además de la plastilina de colores, pajitas (cortadas en pequeños trozos). Consiste en dejar volar la imaginación y hacer construcciones mediante la unión de estos dos elementos. Desarrollan con ello la motricidad fina al tener que manipular con sus dedos la plastilina y las pajitas y además aprendemos conceptos como la gravedad y geometría.
Para niños y niñas más mayores o para variar la actividad se pueden reemplazar las pajitas por spaguettis, su fragilidad lo convierte en algo más complejo para sus manos.
Otra actividad que hemos hecho ha sido para poner en práctica el conteo. Dibujando en una hoja los números del 1 a 10 y haciendo bolitas de plastilina, D tenía que poner tantas bolitas como el número dibujado indicaba.
También nos hemos divertido poniéndole púas de espagueti a un erizo de plastilina.
A veces las cosas que nos parecen más simples son las que a los peques más les entretienen. Ejemplo de ello es esta actividad que a simple vista parece que no acarrea ningún interés pero que a D le ha encantado. Consiste en hacer bolitas pequeñas de plastilina y él tiene que ir cogiéndolas de una en una e ir uniéndolas, de tal forma que el resultado será una bola grande. Analizándolo bien es una actividad con la que aprender conceptos como el volumen, la numeración y además desarrollan también la motricidad fina.