Hoy os traigo una manualidad/juego fácil y muy divertida para hacer con los peques. Antes de nada os comento que estamos en plena vuelta al cole, periodo de adaptación y más llantos de los esperados (y de los que mamá está pudiendo resistir), así que no estamos teniendo mucho tiempo para hacer tantas actividades como antes. Esperamos peque y mamá adaptarnos pronto a la nueva situación y poder planificar nuevos horarios y actividades para poder mostraros.
De momento hoy os enseño un dominó de colores hecho con piedras.
Es un juego super divertido adaptando el clásico juego del dominó a los más peques, cuando aun no saben contar (o incluso para aquellos que ya saben contar, haciendo una versión más colorida). La dinámica es muy simple, por turnos hay que ir uniendo los colores. En este caso no se reparten las fichas (piedras en nuestro caso), si no que se sitúan en el centro de la mesa y todos tienen acceso a ellas.
Para fabricarlo se necesita muy poco, piedras y rotuladores permanentes o témperas. Cada piedra se puede pintar de dos colores (cada mitad de la piedra de un color) o bien pintar toda la piedra del mismo. Para un resultado más duradero podéis barnizar las piedras. Nosotros las hemos pintado con témperas y la separación entre ambos colores haciendo una linea negra con rotulador permanente.
Este tipo de actividades nos gustan por muchos motivos:
- En primer lugar estamos usando materiales naturales, fáciles de encontrar, a los peques normalmente les suele gustar mucho ir cogiendo piedras por el parque.
- Aprenden a valorar cosas que aparentemente se nos hacen insignificantes.
- Propicia el juego entre varias personas, sirve para toda la familia y para todas las edades,
- Es divertido
- Los peques pueden aprender reglas simples, la importancia del juego en equipo y a socializar.