Los bloques lógicos, también conocidos como bloques de Dienes (por Z.P. Dienes quien los utilizó en Canadá y Australia para trabajar procesos lógicos, aunque su creador fue William Hull a mediados de siglo XX) son un recurso pedagógico increíble que lleva usándose en colegios desde hace muchos años (de hecho las piezas que tenemos nosotros en casa son de cuando yo era pequeña, por lo que ya tienen casi 30 años).
Consta de 48 piezas, normalmente son de madera, aunque también las podemos encontrar de plástico u otro material resistente. Cada pieza tiene cuatro variables que la caracterizan, el color (rojo, azul y amarillo), el tamaño (grande y pequeña), el grosor (delgado y grueso) y la forma (círculo, cuadrado, triángulo y rectángulo).
Por tanto cada pieza se diferencia de las demás en al menos una característica, pudiendo ser en dos, tres o las cuatro.
Su utilidad:
La utilidad de los bloques lógicos es muy variada, y aunque la principal consiste en permitir que los niños y niñas adquieran determinados conceptos matemáticos y así favorecer el desarrollo de su pensamiento lógico, son múltiples los conocimientos que les aportan y las actividades que se pueden desarrollar con ellos. Con los bloques lógicos los niños y niñas son capaces de razonar y pasar del pensamiento concreto al pensamiento abstracto, les permite aprender a asimilar conceptos como la forma, el color, tamaño y grosor, además de poder realizar actividades de seleccionar, comparar, agrupar y ordenar entre otras.
A continuación os detallo algunas de sus posibilidades:
- Mediante el juego con bloques lógicos los pequeños serán capaces de nombrar y reconocer cada pieza
- Reconocer cada una de sus variables
- Introducir conceptos numéricos
- Definir elementos por negación
- Clasificar de acuerdo a cada característica
- Comparar cada pieza de acuerdo a sus parecidos y diferencias
- Realizar series de piezas siguiendo determinadas características
Y es que dada su versatilidad y posibilidades, los bloques lógicos son un fantástico recurso para utilizar con los pequeños. En casa nos encantan y aunque están recomendados a partir de 3 años, nosotros los llevamos utilizando desde que Daniel cumplió los dos años ya que empezó a mostrar interés en ellos por sus formas y colores, así que comenzamos a hacer actividades sencillas acorde a su edad.
Actividades que hemos realizado con los bloques lógicos:
Primero empezamos con las clasificaciones.
- Clasificamos por colores: agrupamos las piezas teniendo en cuenta únicamente la variable color, así acabaremos teniendo tres grupos de piezas, uno rojo, otro amarillo y otro azul.
- Daniel aprende sobre las formas: en este caso empezamos a clasificar según la forma de la pieza, sin tener en cuenta el resto de variables.
- Clasificamos por tamaño: en este caso nos quedarán dos grupos, uno de piezas grandes y otro de piezas pequeñas.
- Clasificamos por grosor: igual que en el anterior caso nos quedarán dos grupos, uno con las piezas gruesas y otro con las pieza delgadas.
A la siguiente actividad la llamamos «Busca la pieza»:
Exponemos todas las piezas sobre una superficie, no hace falta que estén todas extendidas, pueden estar unas encima de otras (eso le dará más dificultad ya que no se ven todas a simple vista). Después le pedimos al peque que encuentre entre todas las piezas una en concreto, nosotros primero empezamos teniendo en cuenta solo las variables color y forma, por ejemplo «cuadrado rojo». Más adelante ampliamos a tres características y por último las cuatro, pidiendo por ejemplo «un cuadrado rojo, pequeño y delgado».
Dibujamos con formas geométricas:
También nos gusta mucho trazar sobre una cartulina o folio las siluetas de algunas figuras de tal forma que hagamos dibujos, y luego ir poniendo sobre la silueta la figura que le corresponde por tamaño, independientemente del resto de características.
Construimos una torre:
Esta actividad que comenzó siendo un juego en solitario de Daniel, le encantaba poner las piezas y ver como caían o directamente las tiraba, ahora es un fantástico juego de grupo que consiste en por turnos ir poniendo cada uno una pieza encima de la otra de tal forma que hacemos una torre. Actividad de concentración y habilidad que termina cuando se acaban las piezas o se cae la torre.
Como veis los bloques lógicos nos aportan un sin fin de posibilidades de juegos y actividades que hacer en familia con los peques mientras se divierten y aprenden, un fantástico recurso que incorporar a nuestro día a día.
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