Dentro de 10, 15 años o incluso más encontrarás esta mano, quizás en el fondo de un cajón y yo te recordaré cómo hace muchos muchos años todo un planeta luchó contra un enemigo invisible, que sigiloso vino a desmoronar todo lo que hasta el momento conocíamos.
Te contaré que el bicho se llevó por delante a muchos de los nuestros, pero que ejércitos con guantes y mascarillas, batallaban días y noches en hospitales por salvarnos.
Recordaremos los largos días de encierro en casa, lejos de nuestros amigos y seres queridos, viendo la Primavera desde la ventana, imaginando que acariciábamos campos repletos de flores.
Te contaré, porque quizás no te acuerdes, lo orgullosa que estuve siempre de ti. Porque vosotros, niños y niñas de todo el mundo demostrasteis vuestra valentía, siendo capaces de sembrar alegría e ilusión en almas arrasadas por la nostalgia, la incertidumbre y la desolación.“- mamá ¿y como acabó todo esa historia? – vencimos y por fin pudimos acariciar esos campos imaginados”.
